1 de septiembre de 2007

Para un baño caliente en el Polo Sur

En la cima del monte Erebo, situado en la antártica isla Ross, se encuentra uno de los cuatro lagos permanentes de lava que existen en la Tierra. De los cuatro éste destaca en especial por su localización, ofreciendo un gran contraste entre su lava y todo el hielo que lo rodea, con una diferencia de temperatura de varios cientos de grados. Seguir leyendo...



La isla Ross, cubierta casi en su totalidad de hielo y nieve y con una temperatura media de -40º C, es una pequeña y montañosa formación con una superficie de 2.460km2 y una altura máxima de 3.794 metros. Recibe su nombre en honor al explorador inglés James Clark Ross, su descubridor a principios de 1841. Precisamente su altitud la consigue gracias al monte Erebo, bautizado de esta manera por Ross al decidir usar el nombre de unos de los barcos que formaban parte de su expedición.



El monte es un volcán con una actividad persistente de esporádicas erupciones de baja intensidad, aunque, de todas formas, en 1984 se registró una erupción considerable en la que se expulsaron restos del tamaño de un coche más allá de 1km de distancia desde el cráter.




La temperatura de la lava supera los 900º C y se estima que el lago alcanza una profundidad de varios kilómetros. Por toda la ladera del volcán se van esculpiendo espectaculares grutas a causa del calor de los gases que consiguen escapar del interior y, al salir a la superficie, estos gases se enfrían rápidamente formando cientos de no menos impresionantes chimeneas de hasta 18 metros de altura para las fumerolas. Debido a todas estas características, desde hace décadas Erebo es motivo de estudio, y la isla facilita las observaciones al contar con las estaciones Scott y McMurdo como bases en las que establecerse.





Más información y fuentes:
Observatorio del volcán del monte Erebo
Smithsonian
Fotografía #3 por john_sonntag.

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