10 de agosto de 2007

La tumba de E.T.

En 1982 apareció "E.T., El extraterrestre", la famosa película, y ese mismo año también apareció "E.T., El extraterrestre", el infame videojuego, para muchos el peor de la historia. Seguir leyendo...



Atari, propiedad de Warner Communications, era la compañía dominante del momento con aproximadamente un 80% del mercado, y la 2600 su consola más popular. Todo el mundo tenía una, durante años fue de los regalos más pedidos por navidades, y la empresa esperaba mantener el ritmo de ventas en las de aquella temporada.


Lo habitual era -y es- desarrollar videojuegos partiendo de cero, esperando que los programadores tuvieran la suficiente capacidad para crear un buen título, pero de vez en cuando se decidía comprar la licencia de algún producto de éxito, como podía ser una película, un libro, o algún otro juego de salón recreativo del cual se pudiera realizar la conversión a consola doméstica. Esta segunda opción, como es de esperar, solía resultar mucho más cara, pero a la vez también era mucho más rentable ya que se aseguraba una notable publicidad y ventas.



Con este marco aparece la obra de Spielberg, hasta entonces y durante mucho tiempo la película más taquillera de la historia. Sin duda era una licencia muy interesante, y la directiva de Warner no dudó en ir a por ella con la idea de aprovechar el tirón y arrasar en la campaña navideña con el juego. A pesar de las reticencias de los encargados de Atari, se asumió el proyecto pagando una cifra entre los 20 y los 25 millones de dólares, algo totalmente inédito en la época por lo elevado de la cuantía.


La película se estrenó en Junio, y el acuerdo por la compra de los derechos se cerró a finales del mes siguiente. Si se pretendía tener el juego en las estanterías de los comercios para los últimos meses del año, la fecha límite de finalización del desarrollo, contando todo el tiempo necesario para producir los cartuchos, embalajes y distribución, se situaba a principios de septiembre. La conclusión es que el juego debía crearse en unas pocas semanas.


Además del escaso tiempo disponible, se marcaron unos objetivos un tanto ambiciosos para el diseño del juego, excesivos para alcanzarlos de forma satisfactoria. El resultado obtenido fue un juego aburrido, confuso, frustrante y lleno de errores, tanto es así que cuenta con la fama de ser el peor juego jamás creado.



Aún con la mediocre calidad del producto vendió bastante bien gracias a la licencia, pero no lo suficiente como para compensar el enorme gasto causado por la misma. No se cumplieron en absoluto las optimistas cifras de ventas que se esperaban, y los edificios de Atari quedaron repletos de montones de copias del juego. Fue un desastre para la empresa, tanto en lo económico como en imagen, y uno de los motivos que la llevaron a la bancarrota.



En 1983, un año después de la salida del juego, un largo convoy de camiones partió de los almacenes de la compañía con la intención de deshacerse de todo aquel material sin valor alguno. Millones de E.T.s se encuentran descansando en paz enterrados bajo una capa de cemento en un vertedero de Nuevo México.





Más información:
Wikipedia
Snopes
The Atari Landfill Revealed


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